18 jul 2008

Conferencia Mundial para el Dialogo entre los seguidores de las religiones, civilizaciones y culturas de Madrid

Estos días se está celebrando en Madrid la Conferencia Internacional para el Diálogo en la que líderes y expertos cristianos, musulmanes, judíos y de otros credos están buscando vías para fomentar el diálogo y entendimiento mutuo. Una Conferencia promovida por el rey de Arabia Saudí e inaugurada al más alto nivel: el rey Juan Carlos y el presidente del gobierno José Luis Rodríguez Zapatero cortaron la cinta roja. Según el rey saudí Abdulá bin Abdelaziz al Saud, el objetivo del encuentro es llamar al diálogo entre religiones para hacer frente a la “pérdida de valores” y “confusión de conceptos” que padece la sociedad actual fruto del “vacío espiritual de las gentes”.

Por parte de la comunidad judía española asistieron Jacobo Israel Garzón, presidente de la Federación de Comunidades Judías de España y su secretaria general Dalia Levinsohn. El señor Garzón se felicitaba de que también estuviese representado el judaísmo institucional (a través del director del Congreso Judío Latinoamericano, Claudio Epelbaum y el secretario general del Congreso Judío Mundial, Michael Schneider), que es muy positivo que se saluden con afecto representantes de diferentes religiones y que espera que la iniciativa no se quede en los fastos de unos días sino que tenga una repercusión real.

Pero lo cierto es que lo que allí se está hablando poca repercusión tiene en los medios de comunicación. El escepticismo general es grande. Sobre todo si tenemos en cuenta que mientras estas personas hablan en Madrid, en Israel se llora la llegada de los cuerpos de los soldados Goldwasser y Reguev, secuestrados hace más de dos años y en Beirut los cinco terroristas liberados por Israel, entre ellos el sanguinario Kuntar, eran recibidos como auténticos héroes de guerra.

 

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